Las inconsistencias y los titubeos de un gobierno que arranca y frena, que pone marcha adelante y después marcha atrás, hace que el sector productivo más competitivo de la Argentina no logre tener previsión, ni al corto plazo o próxima campaña, ni al mediano o próximas 3 o 4 campañas, mucho menos al largo.
En la anterior gestión de Julián Domínguez por lo menos el horizonte estaba en 2020, diez años para adelante, en la actual aun ni siquiera aparecen los anuncios de “planes” después de 6 meses a cargo de la cartera de agricultura, ganadería y pesca de la nación. Y mientras tanto la “gallina de los huevos de oro”, como al señor ministro le gusta llamarnos, sigue poniendo y poniendo.
Hay que decir que los 2 puntos de retenciones que se agregaron para los subproductos, los venimos poniendo desde hace mucho tiempo, eso si se lo quedaban los dueños del gallinero. Con lo cual, más que una medida para las gallinas fue una sacudida al granjero, pero dicha medida lejos está de cuidar las tan preciadas aves. Sin embargo el mayor impacto es en el conjunto de las acciones de gobierno, en el cuál llama la atención que muchas son descoordinadas y contradictorias, ¿Será que no se hablan?
El tema que nos preocupa estos días es el del combustible y su escasez que mantiene en vilo a todo el país. El campo consume casi el 30% del gasoil, lo que ha provocado reacciones de la mesa de enlace, que advierten: «El gasoil se ha convertido en un recurso escaso en distintas localidades del país, razón por la cual se han registrado subas más que llamativas y la disponibilidad del producto es escasa y/o cuotificada». Advirtiendo que de no buscarse una solución, será muy difícil encarar este ciclo en un contexto de desabastecimiento.
Ante la falta de combustible para el transporte y maquinaria agrícola, ya aparecen los desplumadores carancheando. Ya se ve en algunas provincias el “diésel blue”, una variante especulativa del insumo. En general en pueblos del interior y en estaciones de bandera blanca, llevadas a cabo por algunos que se creen picaros y se aprovechan de la necesidad de los productores para remarcar su mercadería, en este caso el combustible. ¿Dónde está el Estado Presente que dice Alberto Fernández tener? ¿Dónde está la YPF recuperada para los argentinos por Cristina en su última gestión?
Ya el año pasado bregó por su ausencia cuando la urea se fue por las nubes y los productores de maíz reclamábamos que si se dolarizan los costos que se dolarice también nuestros productos. Parece que el Estado a veces está presente y a veces no, que un día es amigo de Putín y otro día de Biden. El tema es que la producción tiene un ciclo biológico que es mucho más estable que las relaciones internacionales, y de ese ciclo depende que el productor invierta, gane plata y la vuelque en la economía nacional.
La Argentina tiene agua dulce, variedad de alimentos, pesca, energía limpia, tiene casi todo lo que en este momento el mundo está necesitando con urgencia, y dispuestos a pagar bien. Pero además tiene herramientas públicas y privadas para cuidar a las más de 250 mil “gallinas de los huevos de oro”, hay que ponerse de acuerdo porque estamos en un mundo en crisis, quizás similar al de la segunda guerra mundial. Esto puede terminar mejorando el gallinero, la comida y los nidos de las gallinas, o puede terminar con un desplume total. Será cuestión de que coordinen bien quienes gobiernan y coordinen mucho con quienes producimos.