Desde hace 20 años, quizás un poco más, la ciencia vienen avanzando rápida y profundamente, brindando soluciones a muchas de las necesidades que la humanidad requiere. Cuando esta es respaldada por quienes tienen los recursos, los planetas se alinean y cosas buenas suceden.
Una de estas cosas buenas es el emprendimiento para la producción de Energía Eléctrica a partir del estiércol y la orina porcina, de la firma Pacuca, una de las grandes empresas de producción porcina argentina. Contando con 7.000 madres, producen alrededor de 200.000 animales por año, que faenan en su planta frigorífica ubicada en Las Heras, Buenos Aires. El proyecto propone el montaje de Tres Biodigestores, que generaran 8000 megas al año, capaz de abastecer el consumo de Energía Eléctrica de 3000 familias. Estos biodigestores, se abastecerán del purín (orina y materia fecal) de los cerdos recolectada de los galpones, y a través de digestión mesófíla se producirá el biogás, que abastecerá un motor de generación continua, las 24hs del día los 365 días al año, logrando la producción de Energía Eléctrica. «Una vez que ingresa el purín a los biodigestores, se le saca la energía pero los otros componentes, como nitrógeno y fósforo de la materia orgánica, se devuelve al sistema actual de tratamiento de efluentes que tenemos en las lagunas. Y esto se transforma en nutrientes para los cultivos», dijo Walter Tiberi, gerente de Proyectos de Pacuca. Logrando además un ahorro para la empresa de alrededor de unos U$S 300.000 de fertilizantes por año.
Este proyecto se presenta en marco de la ronda 2 del Programa RenovAr, y significa una inversión de u$s6 millones, de los cuales el 40% es de fondos propios de la empresa y el restante 60%, se realiza a través del financiamiento del Banco BICE.
Otro proyecto interesante es el de la empresa Desdelsur SA, que se propone aumentar su capacidad un 50% mediante la construcción de la última etapa de un feedlot con capacidad de 80.000 cabezas en la zona de Tartagal, Salta. Actualmente genera 400 empleos y ventas por más de u$s70 millones anuales. El proyecto pretende construir 500 corrales en una superficie de 200 hectáreas, para producir novillos pesados para la exportación. El sistema de engorde utilizado comienza con terneros de destete precoz de no más de 100 kilos y se los lleva a novillos de exportación de 450 kilos. «El animal está bajo un sistema de alimentación restringida que permite que esté 350 días encerrado, sin engrasamiento. Encontramos un modelo distinto de engorde, disruptivo en la forma de hacer kilos de carne», cuenta José Macera, CEO y fundador de la empresa.
Para este proyecto la empresa recibió un financiamiento del BID Invest y del Rabobank, con una tasa LIBOR más el 5% y dos años de gracia.
Así como estos dos proyectos impulsados y protagonizados por audaces y comprometidos hombres y mujeres, no fueron cuestión de suerte. Son parte de trabajo, de planificación, de decisiones y de conseguir financiamiento con tasas compatibles con la producción. Estamos seguros que como estos dos, hay muchos otros proyectos cuyo impacto en el crecimiento y desarrollo del país sería trascendental, sin embargo no consiguen el impulso y terminan derrotados.
Alinear los planetas, o más bien, generar las condiciones para que se concreten muchos más proyectos productivos, será una tarea fundamental para, lo que queda del actual, y para el próximo gobierno.