El asadito de los domingos que nos caracteriza a los argentinos quizás no acompañe el fin de semana largo del 12 de octubre, es que bastante caro está y de a poco tuvimos que ir “diversificando” con otros menúes. Mientras algunos desorientados le quieren echar la culpa los productores primarios, los que trabajamos en el campo sabemos que los números muestran la realidad, por eso recurriremos a ellos.
En el último informe de CICCRA, vemos una caída del consumo de carne vacuna de 10 Kg menos por habitante en septiembre, pasando de 59 Kg/hab/año equivalente en agosto a 49,1 kg hab/año. La producción de carne vacuna llegó a 2,272 millones de Tn de res con hueso, en los primeros nueve meses del año y se mantuvo 8,9% por encima del volumen producido en enero-septiembre de 2017, ubicándose como la 5º más alta de los 23 últimos años. Casi el 87% de las 186,2 mil Tn r/c/h adicionales, producidos se volcó al mercado externo incrementando su participación, la cual pasó del 10,6% al 16,9%, mientras que el consumo interno se redujo ampliamente.
Pero si focalizamos sólo en el mes de septiembre la producción total de carne, según esta misma fuente, fue de 237 mil Tn de res con hueso, lo que implica un reducción del 12,5% respecto al mes de agosto. “El empeoramiento de las condiciones macroeconómicas sería uno de los factores que explicarían por qué en septiembre se registró el segundo nivel de actividad más bajo del año”, menciona el informe. Mientras los volúmenes destinados a exportación crecieron un 5,6% alcanzando las 55 millones de Tn/r/h el envío a mercado interno se retrajo un 16,7%.
Para simplificar, en los primeros nueve meses del año la producción de carne aumentó pero el principal destino fue el mercado externo, debido al crecimiento de los mercados chino y ruso. Mientras que al analizar sólo el mes de septiembre no sólo se retrajo la producción total sino que la caída en los envíos al mercado interno disminuyó aún más.
En cuanto precio pagado por los consumidores, para CICRA el precio de la carne vacuna en góndola subió un 8,6%. Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa –CAME-, muestra como dato, que por la carne de novillo se pagó en septiembre 187,1 $/Kg, en promedio incrementándose un 9,1% con respecto al mes anterior, mientras que la variación mensual en origen fue de -3,1%. Quedando claro que el precio pagado al productor durante el mes de septiembre se redujo, mientras lo que paga el consumidor en góndola se incrementa. El cliente va a la carnicería con el mismo billete pero se lleva menos carne o cortes más baratos, lo que deja en evidencia la abismal caída en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Esta semana las vacas son el centro de la escena, mientras los tamberos siguen a la espera de un mercado institucionalizado, financiamiento, mejora en los plazos de pago y continúan en estado de alerta y movilización, los ganaderos por su parte esperan que el precio de la hacienda en pie mejore y los consumidores queremos comer más carne. Mientras el desorientado o mal asesorado Sergio Massa declara por twitter: “Argentina necesita con urgencia terminar con quienes saquean al país vendiendo productos primarios”, como si los productores fueran el problema del país.
Si quienes deciden el rumbo económico del país no se asesoran correctamente, seguirán creyendo que el problema son quienes producen productos primarios, en vez de planificar e instrumentar políticas para que esos productos lleguen a los consumidores NACIONALES y que nuestros productores puedan vivir de ello.