Mientras las potencias mundiales propagan políticas de proteccionismo en sus países, la Argentina liberaliza cada vez más su economía, abre las tranqueras a los productos de origen extranjero, complicando a los productores de materias primas de muchas economías regionales.
La matriz productiva argentina está atravesando una situación muy compleja donde los conflictos del agro cada vez son mayores. Esto último se observa con hechos como el cierre de varias empresas agroindustriales emblemas en el interior de nuestro país.
La Justicia decretó la quiebra de la empresa Alco-Canale, dedicada a la elaboración de conservas, pulpas de frutas, tomates, legumbres, hortalizas, dulces y mermeladas, daba empleo a 700 trabajadores desde su planta en la región mendocina del Valle de Uco, además de otro establecimiento menor ubicado en la localidad de General Alvear. También tenía establecimientos en Río Negro, Catamarca y la localidad bonaerense de Llavallol y llegó a contar con 2.400 empleados.
La empresa supo ser líder en la producción e industrialización de frutas y hortalizas de la Argentina que se vio afectada por un combo formado por la fuerte caída de las exportaciones, el menor consumo y la constante suba de costos.
La citricultura también atraviesa una situación compleja debido a los bajos precios que perciben los productores, para el caso del limón, en Tucumán, se está pagando 1 peso la unidad de limón, 110 pesos los 20 kilos, (2,75 precio en dólar).
El escenario donde se desenvuelven las economías regionales esta embarrado, el aumento del dólar es un arma de doble filo, porque si bien mejoran los precios a quienes exportan, llegar a ese fin es casi una odisea para muchos productores argentinos. El 80 % de lo que se produce se lo lleva, o se lo llevaba el consumo interno.
Los costos de producción también están dolarizados, por lo que agrava aún más la situación para permanecer y ser competitivos.
A lo que se suman las altas tasas de interés que genera la política económica argentina, lo que deviene en grandes problemas para quienes deciden apostar a lo productivo en nuestro país.
Ir a contramano del mundo tiene sus costos y claramente se está llevando puesto la matriz agroindustrial del interior del país.