
Así, la perspectiva del año se complica, ya que tradicionalmente en el segundo semestre empeoran. Esto es lo que sostiene el último informe ganadero del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
Los analistas apuntan que la situación debería favorecer el proceso de recría, que está complicado por la falta de verdeos y pasturas por la sequía.
Planteos
Impulsan el alza los precios en dólares más bajos que los de los competidores, plantas frigoríficas trabajando a pleno y con buena rentabilidad y -al menos por ahora- escaso traslado al precio del novillo pesado.
En la pampa subhúmeda los resultados se mantienen en valores bajos, con la invernada por debajo de lo esperable para esta época del año, en que la relación compra-venta suele estar en valores más favorables. Además, el aumento en el precio del maíz complicó la rentabilidad de los modelos más intensivos. Este mes se registró una suba del novillo mientras que el ternero de invernada se mantuvo sin mayores cambios, lo que permitiría un repunte a futuro.
Los márgenes brutos de la cría y ciclo completo tuvieron una leve baja respecto del trimestre pasado. Con la devaluación, algunos gastos de estructura atados al dólar registraron aumentos lo que redujo los resultados netosentre 10% y 15% para los modelos más productivos y en mayor proporción en los restantes.
Cuando vender
Los analistas plantean que, si se observan los precios medios de 2017 para cada categoría, hay una caída de los valores de venta de los animales conforme se incrementa el peso medio. Pasando los 140 kilos, cada kilogramo de incremento adicional obtenido por ternero «se paga mucho menos».
Para los autores del trabajo, con los actuales niveles de precios, en todos los casos es conveniente hacer la recría, aunque se incurran en costos extras, ya que la diferencia de precio por vender un ternero de mayor peso es compensada por la mayor cantidad de kilos que se comercializan.
También plantean que debe evaluarse la relativa mayor complicación de colocar un ternero en el mercado en este mes y julio y, este año, debe añadirse a la ecuación el tema de la sequía, que de alguna manera provoca el movimiento inverso: se destetan y venden terneros más livianos que lo habitual debido a la falta de pasto.
Fuente: La Nación