En abril, las firmas exportadoras argentinas compraron el 59 por ciento de la soja paraguaya para suplir los granos que faltaron por la sequía local.

La sequía sufrió durante el verano en la gran parte del área agrícola está teniendo efectos impensados. Uno de ellos es el de convertir al país en el importador de soja. Ante la falta de poroto en el mercado local, la necesidad de cumplir con los contratos pactados obliga a las firmas exportadoras a comprar soja en otros países de la región.
Así lo señaló ayer la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), que informó que gran parte de los envíos de soja de ese país fueron reorientados y venidos en la región.
Sonia Tomassone, asesora de Comercio Exterior de Capeco, explicó que uno de los motivos de la importancia significativa de la producción argentina de soja por la sequía, que obliga al país a importar granos de Paraguay, Bolivia, Brasil e incluso de Estados Unidos.
A esta coyuntura se suman las ventajas logísticas de exportar a mercados cercanos que han presionado para que la soja paraguaya mar direccionada a mercados de la región, dejando en lugares más rezagados en el ranking de destinos europeos o asiáticos, según el informe de la institución al cierre del mes de mayo.
Tomassone informó que una parte importante de la soja paraguaya que era destinada a otros mercados como la Unión Europea, Rusia, Medio Oriente, entre otros, fue redirigida a Argentina, que adquirió el 59 por ciento de la soja paraguaya exportó al cerrón el quinto mes del año. Las empresas que apoyan a las industrias procesadoras en Paraguay fueron responsables del 45 por ciento de las exportaciones de la oleaginosa en estado natural a Argentina.
Fuente: Clarín