El campo está preocupado por una posible suspensión del cronograma de rebaja a los derechos de exportación de la soja a raíz de la crisis cambiaria.

«Estamos en alerta», dijo a LA NACION el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, en referencia a las declaraciones del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que dijo que frente a un cambio de escenario podría suspenderse la rebaja, aunque aclaró que hoy eso no está contemplado.
Las retenciones al poroto de soja tienen una alícuota de 27% y deberían bajar 0,5 puntos porcentuales por mes hasta fin de 2019 y quedar en 18%, según decidió el Gobierno en octubre de 2016. La harina y el aceite de soja tienen unaalícuota 3% más baja que la del poroto.
Tanto la SRA y CRA comenzaron a reunirse con los exportadores y otras entidades de la cadena de producción luego de los rumores que circularon sobre una posible suspensión del cronograma de reducción de retenciones. Estas entidades están trabajando en un documento para presentarle al Gobierno en el que intentarán reafirmar su idea de que la baja de los derechos de exportación no supone una pérdida de ingresos fiscales para el Estado. Argumentaránque la reducción puede ser compensada con los tributos que se pagan por el aumento de la producción.
Esta semana, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que el sector exportador tiene previsto liquidar unos 4000 millones de dólares en junio y en julio por la entrada en el circuito comercial de la cosecha de la campaña agrícola 2017/18. «Nos preguntan cómo vienen las liquidaciones, pero no nos piden que adelantemos nada», dijo una fuente del sector exportador en referencia a los contactos con el Gobierno.
Pelegrina señaló que «el campo está dispuesto a seguir siendo el motor y el sector más dinámico de la economía, pero para eso necesita previsibilidad y reglas de juego claras». Y añadió: «la alternativa superadora que ofrecemos, viene de la mano del crecimiento general de la economía asociada al campo en todo el interior del país, y del empleo como resultado de una mayor producción».
Fuente: La Nación