CÓRDOBA.- La nueva era que comienza SanCor, que será controlada por el grupo Adecoagro, implicará, según trabajos del Instituto de Economía y Finanzas de la Universidad Nacional de Córdoba, una profundización de la pelea de los productores por el precio de la leche cruda.

«Para los de Córdoba y Santa Fe cambia fuertemente el panorama; las regulaciones del Gobierno serán claves para atenuar la pelea porque el actual precio ya no cubre los costos y -junto a la incertidumbre- se frenan procesos de inversión de los productores», explicó a LA NACION Inés del Valle Asís, economista coordinadora de las investigaciones.
La hipótesis de los economistas es que con Adecoagro SanCor actuará como empresa y no como cooperativa -si bien la cooperativa sigue por el lado de los tamberos- y que ese modelo implicará más inconvenientes para lograr mejores precios para los tamberos.
Según la economista, los pequeños productores registran «problemas de tecnificación significativos» que no se pueden resolver si es que no tienen «acceso a mejores precios». Para Asís, el desembarco de las grandes industriascomo compradoras de la leche cruda (en la década del 80) comenzó a cambiar el panorama para los productores.
Asís apuntó que, incluso, con los valores mínimos de la leche cruda no se alcanza a cubrir la participación en el producto final. En marzo fue de $5,94 el litro el valor pagado al productor, lo que significó un alza interanual del 15%, pero ese precio está entre 20 y 25 centavos debajo de lo reclamado por los tamberos.
Las restricciones de los mercados internacionales -en especial de la Unión Europea- también complicaron el panorama argentino y «colaboró con la concentración de la industria ya que son las más grandes las mejor capacitadas para enfrentar esos desafíos».
Aunque Asís advirtió que muchos productores se fueron de SanCor cuando comenzó su crisis y se asociaron a cooperativas más pequeñas o cambiaron de actividad, la transformación de la firma en una «gran industria» impactará sobre todo en Santa Fe y Córdoba, provincias que concentran el 65% de los tambos argentinos.
Fuente: La Nación