Buenos Aires, mar 21 (ANP) – El productor agrícola en la Argentina en marzo solo se queda con menos del 36% de la renta que genera el cultivo de su campo, ya que de cada $ 100 de renta promedio que le reporta la agricultura al segundo bimestre del 2018 $ 64 son destinados al pago de impuestos.
Así lo refiere la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que calculó a marzo de 2018 que con el efecto de la sequía la participación impositiva dentro de la renta agrícola ronda el 64,1%, cifra que exhibe una reducción respecto del nivel del 66,2% que exhibía el mismo relevamiento en marzo de 2017.
Según David Miazzo, economista de FADA, el índice que elabora la entidad se hace con los rendimientos obtenidos en el último trimestre, allí pesa la caída promedio estimado en un 25% por la sequía, hecho que será contrarrestado por “cuatro factores que hacen bajar” el indicador; aquí figuran cuestiones tales como “la suba de precios, el incremento del dólar, la menor participación de la soja en el área sembrada y la baja de los derechos de exportación”.
FADA consignó que los precios internacionales subieron respecto de marzo de 2017, y también “lo hicieron aún más los precios internos”. El valor internacional de la soja se incrementó un 3% aunque el precio local para el disponible aumentó un 17%. En maíz, las alzas fueron del 14% en ambos mercados.
Respecto al tipo de cambio, según FADA, cuando el dólar evoluciona por encima de la inflación, genera un impacto positivo sobre los sectores exportadores, ya que hace incrementar los ingresos (en dólares) por encima de los gastos (que, en parte, son en pesos).
Por ello, la entidad refirió que la devaluación del peso con respecto al dólar genera que se amplíe el valor de la producción, y eso hace bajar la participación del Estado en la renta agrícola. En los últimos 12 meses, la devaluación fue del 31,5%, unos 5 puntos por encima de la inflación.
El informe de la Fundación con sede en Río Cuarto, Córdoba, hay una menor participación de la soja en el área sembrada, producto de que este cultivo es el único que paga derechos de exportación: allí la participación del fisco nacional y provincial ronda el 69,9% mientras que en el maíz cae al 50% en la medición tras incorporar aquí el efecto sequía.
Fuente: Nuevas Palabras