En cualquier estación del año, cualquier día, el feriado que sea, nada de eso importa, si estas en Mendoza el sol estará presente. Sus rayos se cuelan por entre las enramadas de esa vegetación que los mendocinos cuidan y protegen, al pie de la cordillera, donde el agua escasea, cada gota y cada árbol es parte del pueblo.
Los mendocinos y los sanjuaninos han luchado duramente contra el clima seco de cuyo, labrando sus frutales y viñedos. Es por eso que cada cierre de cosecha es un festejo importante y central para la vitivinicultura, la economía regional de Cuyo. Se bendicen los frutos y celebra la cosecha, que este año fue buena.
Como las otras economías regionales, los problemas que afronta la vitivinicultura son casi los mismos que plantearon el lunes en la mesa lechera, que reunión a los principales actores del sector: caída de consumo, aumento de costos, competitividad, la rentabilidad, el financiamiento y la presión impositiva. Lo que no sorprende debido a que es un común denominador de cada una de las economías regionales. El discurso de Leotta, presidente de la COVIAR (Corporación Vitivinícola Argentina), en el desayuno clásico previo a la noche de vendimia, fue contundente: “Sin consumidores no hay vitivinicultura posible ni para productores ni bodegas. Sin mercados no hay vitivinicultura posible. Sin demanda no existimos”.
Estas palabra pudiesen estar en boca da cualquier productor de las economías regionales, frutícola, porcinicultor, olivícola, azucarero, yerbatero, citrícola, lechero, etc. Es que la caída del consumo interno fue un golpe duro a los sectores cuya producción es absorbida en más de un 80% por el mercado interno.
Aunque las Economías Regionales no son el único problema que ocupa la cabeza del ministro Etchevehere, la sequía no da tregua y esta semana la estimación para la cosecha de soja volvió a caer en 3 millones de toneladas, lo que parece que con un poco de suerte llegaría a cosecharse apenas 44 millones de toneladas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
El fin de semana el ministro fue hasta la provincia del oeste, aprovechando que durante la fiesta se reunían todos los actores productivos de esa seca región argentina, quizás buscando idea, proyecto o consejo de la gente del secano que le ayude en este duro momento de sequía. En dialogo con MDZradio, medio local de la Pcia de Mendoza, Etchevehevere comentaba «la adversidad que tiene un suelo como el mendocino es lo que ha logrado que estén en el nivel en que están. Siempre van uno o dos pasos adelante». Y además afirmó que el rol del gobierno nacional «es acompañar para no frenar ese espíritu emprendedor».
Esperamos que el mensaje del ministro se convierta en acción y políticas de gobierno, ya que los productores del campo argentino necesitamos urgentemente un Estado acompañando con políticas públicas que activen el consumo interno, promuevan los mercados externos, desarrollen la infraestructura, faciliten el crédito productivo, disminuyan los costos y propicien el valor agregado en origen.
Festejar la vendimia no es solo para los cuyanos, el vino es la bebida nacional, la que cada argentino desea descorchar en un momento de celebración, cuando el productor le cierran los números y a nadie le hace ruido la panza.