Muchos de los incendios estivales de los pastizales localizados en buena parte de la provincia de La Pampa y el sur de Buenos Aires no pueden evitarse. Lo que sí puede hacerse es prevenir los desastres generados por los incendios. Y eso es precisamente lo que no se hizo en el último año.
El año pasado, también debido a la acumulación de grandes volúmenes de materia seca, los incendios provocaron daños significativos en ambas provincias. Este año vuelven los mismos problemas. Y regresarán en el futuro seguramente si los funcionarios de turno siguen haciendo la plancha.
“Desde el comienzo de la temporada alta de incendios en la provincia de La Pampa se han visto afectadas un total de 665.266 hectáreas con un total de 110 incendios de distinta magnitud y relevancia”, informa hoy el gobierno de esa provincia por medio de un comunicado. “Dichos focos se concentraron en el mes de diciembre del 2017 y enero del 2018, como suele ocurrir en todas las temporadas”, añade el texto con asombrosa resignación.
A mediados del año pasado el ministro de Seguridad de La Pampa, Juan Carlos Tierno, indicó que los incendios ocurridos en el verano 2016/17 “nos tiene que hacer reflexionar a todos, principalmente a nivel estatal, y eso no significa que no vamos a tener más fuego en La Pampa, pero sí vamos a tratar de modificar o disminuir semejante siniestralidad”. Esta semana –según descubrió el medio local InfoHuella– se le inició un sumario a Tierno porque su campo incendiado aparentemente no contaba con las picadas corta-fuego correspondientes. Tierno.
Marzo y abril son los meses más adecuados para realizar trabajos de prevención y acondicionamiento en la zona. Mucho es lo que se debe hacer en la provincia de La Pampa al respecto. Pero al menos ahí es posible –con la autorización correspondiente– realizar quemas prescriptas para evitar incendios descontrolados en el verano.
En febrero de 2017 se promulgó en la provincia de Buenos Aires la Ley de Prevención y Lucha Contra Incendios (Nº 14.892) por medio de la cual se determinó “autorizar, a modo de excepción, la utilización del fuego en quemas controladas y prescriptas”. Bravo. Pero la norma, al no estar aún reglamentada, no permite realizar quemas controladas. Se acaban de quemar miles de hectáreas productivas en la zona de Sierra de la Ventana. Quizás las autoridades bonaerenses este año se despierten de la siesta para, finalmente, reglamentar la norma y establecer un plan de acción en las áreas críticas.
A nivel nacional el presidente Mauricio Macri decidió quitarle el Servicio Nacional de Manejo del Fuego al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable –a cargo de Sergio Bergman– para transferirlo al Ministerio de Seguridad de la Nación. El encargado de esa unidad –desde fines del año pasado– es el coronel (retirado) Emilio Renda, especialista (según su currículum) en protección civil y gestión de riesgos, quien, probablemente, esté más capacitado para dar explicaciones ante la inacción oficial.
El Estado argentino tiene el extraordinario talento de sobrar dónde no se lo necesitar y ausentarse en las cuestiones vitales en las que sólo él puede interceder. Cambiemos.
Fuente: Valor Soja