Hay un tema que pudo pasar desapercibido, que pone en jaque el sistema productivo de nuestro país, y podrá tener impacto en el mercado mundial de la soja, pues afectará también los sistemas de producción de Brasil y de los Estados Unidos. Esta semana el Comité Regulatorio de la Comisión Europea puso a consideración la renovación de los registros del glifosato para su utilización dentro de los países miembros.
Con este potencial riesgo comercial la Argentina podrá sufrir serias consecuencias, empezando por la reducción de 5 millones de hectáreas del área de siembra de soja, principalmente en el NOA y en el NEA. A ello se debe agregar el riesgo de perder exportaciones de harina de soja por un total de 9 millones de toneladas, que tienen como destino la UE. La combinación de menor superficie, producción y caída de la oferta exportable de harina de soja, solo considerando nuestro país, tendrá un impacto fuertemente alcista en el mercado internacional.
Si a esto agregamos la caída probable que se registrará en la producción de soja de Brasil y de los Estados Unidos, estamos ante un efecto explosivo que tendrá impacto en la seguridad alimentaria y en el comercio global, no sólo de soja sino también de proteínas animales. Corre riesgo todo el sistema productivo.
Fuente: La Nación