Media docena de corporaciones y grupos familiares manejan el 75% del mercado. A pesar de su enorme volumen de facturación, la «industria madre de Mendoza» sólo aporta el 2% de la recaudación de impuestos de la provincia.

«Un 20% queda para unas 10 bodegas medianas: algunas son de grupos nacionales, chilenos o franceses y otras todavía pertenecen a las familias históricas de la vitivinicultura mendocina. El 5% restante es lo que queda para los pequeños productores», resumió Sebastián Lafalla, tesorero de la Asociación de Viñateros de Mendoza y presidente de la Cámara de Comercio de Tupungato.
La concentración creció notoriamente durante los últimos 20 años según informes del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas de Argentina (ACOVI). El año pasado tres tradicionales bodegas quedaron en manos de grandes grupos: Ruca Malen, Viña Cobos, y Sottano. Y hay al menos 30 bodegas chicas que escuchan ofertas para seguir el mismo camino.
Para ACOVI, el crecimiento de la cantidad de superficie cultivada en hectáreas y la disminución de viñedos son clara muestra de que la actividad está en pocas manos. Otro indicio remarcado por esta asociación es que disminuyó la cantidad de bodegas en la última década con un notable incremento de la producción.
Por cada 100 pesos que Mendoza recauda en concepto de impuesto a los ingresos brutos, la producción del vino aporta sólo 2 pesos. Además, mientras que la mayoría de las actividades económicas tributan como ingresos brutos el 4% de su facturación, las bodegas aportan el 1%
Este año, el Estado de Mendoza gastará 60.000 millones de pesos en educación, seguridad, justicia, etc. El vino aportará 256 millones.
Los grandes zares del negocio
Las apellidos tradicionales de la vitivinicultura como Tomba, Giol, Pulenta, Bustos, Gargantini, Furlotti y sus descendientes ya no son los que dominan el mercado. Son pocas las familias de la industria que se han mantenido y menos aún las que forman parte de la mesa chica que le pone precio a la producción, abastece el mercado interno y logra exportar.
1- Grupo Peñaflor

-Fundado por Angelo Pulenta en 1914 en San Juan.
-Desde 2010 es propiedad de la familia Bemberg, los ex dueños de la cervecería Quilmes.
– Es dueño de bodegas Trapiche, Las Moras, Suter y Santa Ana entre otras.
-Posee 2.000 hectáreas en Mendoza.
-Actualmente exporta sus productos a más de 80 países.

2- Grupo RPB Baggio
-Fundado en 1959 por Rufino Pablo Baggio en Entre Ríos para la elaboración y distribución de vinos. Actualmente es una sociedad anónima de las más poderosas del país.
-En Mendoza tiene las bodegas Viejo Viñedo, Uvita y Chapanay.
3- Grupo Molinos Río de la Plata

Tiene las siguientes bodegas en Mendoza:
Nieto Senetiner. (Fundada por inmigrantes italianos en 1888 en Luján de Cuyo. En 1969 fue adquirida por la familia Nieto Senetiner. En 1998 la compró Molinos Río de la Plata, perteneciente a Gregorio Pérez Companc, quien en 1999 se retiró de la actividad empresaria y dejó el grupo en manos de sus siete hijos.
Ruca Malen. Fundada en 1998 por Jean Pierre Thibaud (dejó la presidencia de Chandon luego de 10 años) y Jacques Louis de Montalembert (con larga tradición vitivinícola en la zona de Borgoña. Fue adquirida por Molinos en 2016.
Viña Cobos. Fundada en 1988 por los mendocinos Andrea Marchiori, Luis Barraud y el enólogo californiano Paul Hobbs. Adquirida por Molinos en 2016.

4- Cooperativa Fecovita
-Es la federación de cooperativas vitivinícolas más grande del país.
-Agrupa 5.000 productores integrados en 29 cooperativas.
-Bajo su estructura hay 30.000 hectáreas de vid en todo el país.
-Tiene sucursales en el exterior.
5- Familia Catena Zapata
-El italiano Nicola Catena, huyendo de la escasez de Europa, plantó en 1902 su primera viña de Malbec en Mendoza.
-A mediados del siglo XX, Domingo Catena, hijo de Nicola, convirtió a la familia en una de las más prósperas de la provincia.
-En los años 80 Nicolás Catena Zapata se dedicó a producir vinos de calidad, en lugar de a granel. Insertó los vinos argentinos en el mapa vitivinícola mundial.

6- Grupo Familia Falasco
-Fundado en 1939 por Octavio Rufino Falasco y heredada por su hijo Haroldo Santo Falasco.
-Agrupa Viñas de Balbo, Los Haroldos y Familia Falasco Premium Wines.
-Actualmente la empresa está dirigida por Jorge Daniel Falasco.
Bodegas que tienen una buena porción del mercado
Entre las bodegas que manejan el 20% del mercado vitivinícola es más fácil encontrar familias tradicionales que lograron mantener el emprendimiento entre dos y cuatro generaciones, aunque también firmas internacionales como Chandon, que pertenece al zar de la moda Louis Vuitton.
-Bodega Norton: Fundada en 1895 por Edmund James Palmer Norton. Comprada por el austríaco Gernot Langes Swarovski en 1989. Comenzó a exportar en 1990 con Michael Halstrick -hijo de Swarovski- a cargo. Diez años después y hasta la fecha se posiciona como una de las principales bodegas exportadoras del país, llegando a 60 naciones.
-Pulenta Estates: Comenzó con Angelo Pulenta en 1902, continuó, con la bodega Peñaflor, con Antonio Pulenta a la cabeza. Eduardo Pulenta tomó la posta a partir de los 70 y Peñaflor fue vendida a Molinos en 1997. En 2002, exactamente 100 años después de que Angelo plantara su primera vid, la familia Pulenta reinició su actividad en la vitivinicultura con Pulenta Estates.
-Bodegas Chandon: Nace como elaboradora de espumantes en el año 1959. Fue la primera filial de Möet & Chandon fuera de Francia, con el Baron Bertrand de la Dousette como presidente, el Ingeniero Paul Carraguel como «Chef de Cave» encargado de la elaboración de los productos y el asesoramiento técnico del propio Renaud Poirier. Actualmente pertenece al grupo francés LVMH -Louis Vuitton Moëtt Hennessy-.
Luigi Bosca-Familia Arizu: La historia en Argentina de los Arizu comienza con la llegada de Leoncio Arizu en 1890 y la fundación de la bodega en 1901. En ese momento se aliaron con la familia Bosca. Actualmente los nietos y bisnietos de Leoncio siguen adelante con la bodega, liderados por Alberto, Raúl y Roberto Arizu.
Bodega Bianchi: Fundada en 1928 por Valentín Bianchi en San Rafael. Con la incorporación de sus hijos, en 1951 pasó a ser Valentín Bianchi S.R.L. y en 1960 fue Valentín Bianchi S.A.C.I.F. La bodega actualmente está en manos de Raúl Bianchi, Sylvia Bianchi, Ricardo Stradella y Valentín Bianchi (n).
-Bodega Ruttini: Fundada en 1885 por Felipe Ruttini. Hoy es una corporación que exporta a más de 30 países, más de 1,2 millones de cajas de vino al año.
-Bodega López: Empresa familiar con 119 años de historia. Fundada por José López Rivas en 1898 a la que se sumaron sus hermanos. En 1910 comenzó a colaborar el hijo del fundador: José Federico López. Desde 1958 la firma es Bodegas y Viñedos López S.A. Sus vinos más conocidos son El Vasquito, Montchenot y Vasco Viejo, uno de los más consumidos en Buenos Aires.
Bodega Zuccardi: Empresa familiar fundada en 1963 por el ingeniero Alberto Zuccardi. Después de 54 años y tres generaciones, la empresa familiar está consolidada con el liderazgo de José Zuccardi.
Bodega Salentein: Fundada en los años 90 por el holandés Mijndert Pon -falleció en 2014- en Tupungato. Inició las bodegas de lujo. Construyó el Museo Killka, un espacio donde se exponen cuadros creados por artistas internacionales y nacionales reconocidos. También fue pionero del enoturismo al inauengurar en 2001 Posada Salentein.
Bodega Sottano: Esta bodega de familia vitivinícola tradicional fue adquirida en noviembre del año pasado por el grupo santafesino Vicentín, por U$S 10 millones. El mismo que un año antes compró el 50% de Sancor.
También hay nuevos jugadores. Un grupo que viene creciendo es el de las bodegas Vistalba y Argento, en manos de Alejandro Bulgheroni, chairman del grupo Bridas, cuyos mayores negocios son la petrolera Pan American Energy (es socia de la británica BP y la china Cnooc) y Carlos Pulenta (vinculado a la actividad vitivinícola históricamente). O Doña Paula, establecida desde 1997 en Mendoza, con 703 hectáreas de viñedos propios en las mejores zonas de Mendoza.
Con respecto a la absorción de tradicionales bodegas por grandes grupos económicos, Lafalla consideró: «El panorama a futuro es difícil. Los funcionarios no entienden la naturaleza de su función que es la de buscar el equilibrio. Las grandes bodegas tienen cada vez más beneficios y son las que ponen el precio de la producción. Ante este panorama los productores primarios que tienen el 5% del mercado sólo resisten mientras piensan en vender o lotear sus fincas».
