El sector lácteo durante el último año y medio ha sufrido una crisis estructural. Comenzó afectando en mayor medida al sector tambero, producto de una recomposición del precio del maíz y una caída importante de los precios a nivel internacional. Sin embargo, a medida que fueron cerrando tambos y fue cayendo la producción de leche, también por las inundaciones, la crisis también se fue extendiendo a las industrias, alguna de las más importantes con problemas previos. Esta crisis ha provocado discusiones en torno a los precios de cada eslabón de la cadena y quién se queda con las ganancias de la misma. El presente trabajo pretende sumar claridad y datos a esta discusión. Para tal fin, se elaboraron indicadores de formación de precios para la leche entera en sachet y para el queso cremoso. Se tomaron estos dos productos para representar un producto de primera necesidad con márgenes menores en los eslabones industrial y comercial, como es la leche, considerada un producto “gancho” o de atracción; y el queso, también muy importante en la producción láctea, pero que opera con márgenes mayores en estos dos eslabones. Leche.
El precio promedio pagado al productor tambero fue de $5,08 por litro de leche en febrero. Para producir ese litro, el tambo promedio tiene un costo de $5,42, paga impuestos por $0,16, resultando una pérdida por litro de $0,50. Esta pérdida se ha venido reduciendo desde principios del 2016 pero todavía opera en terreno negativo. Mucha gente se pregunta por qué siguen produciendo con márgenes negativos. Las respuestas son tres: muchos no siguen produciendo; algunos tienen escalas o tecnologías que operan mejor que el promedio; y la última respuesta tiene que ver con que el resultado antes de impuestos y amortizaciones es positivo, de $0,40, por lo cual, el margen operativo es positivo, pero sin contabilizar impuestos y amortizaciones. La industria paga $5,08 por la leche cruda, tiene otros costos de fabricación, administración, comercialización, fletes y amortizaciones, de $5,691; y paga impuestos por $0,14; resultando en una pérdida de $0,21.Vende el litro de leche entera en sachet a $10,71.El supermercado tiene otros costos por $3,04, paga impuestos por $0,78 y tiene un resultado negativo de $0,13. El precio de venta promedio de la leche es de $14,39 más IVA, derivado de promediar una primera marca con una segunda, tomando 60 puntos de venta de Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, a través del sistema de precios claros .
Cuando a este precio se le adiciona el IVA del 21%, que significa $3,02, se obtiene un precio final al público de $17,41. Aquí cabe resaltar que la Ley de IVA exceptúa a la leche del pago de IVA, por lo que debería tener una alícuota de 0%. Sin embargo, el tipo de leche que exceptúa ya no se encuentra disponible en el mercado, pero la idea de la ley es que la leche más básica que se comercializa en el mercado no pague IVA, por lo que se considera que debería actualizarse. Si se observa la cadena completa desde la producción hasta la comercialización del litro de leche en febrero-marzo de este año, todos los eslabones presentan pérdidas; los costos están por encima de los precios de venta, que en conjunto representan el 81,2% del precio al consumidor(si se tiene en cuenta el precio neto de IVA, la participación de los costos ascienden a 98,3%), con una presión impositiva del 23,6% y un margen negativo en torno a -4,8%.